CEDIS por la paz
7 de noviembre de 2023Encuentro del Arzobispo de Valencia con los Institutos Seculares de la diócesis
4 de diciembre de 2023Fuente imagen: Vatican News
El pasado miércoles 8 de noviembre de 2023 el Papa Francisco autorizó la promulgación del decreto del Dicasterio de la Causa de los Santos sobre el milagro atribuido a la intercesión del venerable Siervo de Dios Eduardo Francisco Pironio, con lo cual se daría paso a su beatificación.
Su figura es ampliamente reconocida en América Latina y el Caribe como uno de los ‘obispos servidores de la Patria Grande’ Y vinculado a los orígenes del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
El Papa Juan Pablo II lo creó cardenal el 24 de mayo de 1976. Fue, de este modo, el primer cardenal latinoamericano en asumir una alta responsabilidad en la gobernanza de la Iglesia universal como Prefecto de lo que hoy es el Dicasterio para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, responsabilidad que asumió hasta 1984, cuando el Papa lo nombró Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos.
Será beatificado el sábado 16 de diciembre de 2023 en el Santuario de Nuestra Señora de Luján (Argentina). Será oficiada por el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente de la Gobernación del Estado Ciudad del Vaticano, quien fue secretario de Pironio durante 23 años.
Durante su tiempo como prefecto de la CRIS se celebraron hasta seis Plenarias de las que nosotros ahora destacamos: Identidad y misión de los Institutos Seculares (1980).
A continuación compartimos dos mensajes dirigidos directamente a los Institutos Seculares.
MENSAJE DEL CARDENAL EDUARDO F. PIRONIO
AL II CONGRESO LATINOAMERICANO DE INSTITUTOS SECULARES
12 DE JULIO DE 1979
En su mensaje al mencionado Congreso, el Cardenal Pironio centra su reflexión en tres dimensiones: la identidad, la actualidad y las exigencias de la vocación peculiar de los Institutos Seculares.
La secularidad consagrada define la identidad. Son dos aspectos de una misma realidad y, por lo mismo, unidos indisolublemente entre sí. La consagración ahonda y plenifica el bautismo y la confirmación, penetra toda la vida y la compromete radicalmente con Cristo. Por ser consagración secular no arranca del mundo, no paraliza la presencia en lo temporal, sino que justamente dispone a una encarnación más honda en el mundo. Allí debe obrar como luz, sal y levadura de Dios.
La actualidad radica en constituir «un signo valiente de las nuevas relaciones de la Iglesia con el mundo», diseñadas en el Concilio y que en Latinoamérica han sido reafirmadas por Medellín y Puebla. Son exigidas por los signos de los tiempos -especialmente por el trágico dualismo entre fe y vida- y por la responsabilidad de los cristianos en la evangelización del mundo.
Las exigencias señaladas por el Cardenal Pironio son: el profundo sentido de Iglesia; vivir en la fe, la esperanza y el amor; y la dimensión contemplativa, «respirar ininterrumpidamente en Dios mientras se sigue el ritmo de la profesión y el dolor esperanzado de la humanidad».
El mensaje concluye aludiendo a quien es modelo de secularidad consagrada, a María, quien en medio de las circunstancias normales de la vida e inserta en la historia de su pueblo, vivió totalmente consagrada al Señor y colaboró en la salvación del mundo.
ALOCUCIÓN AL II CONGRESO MUNDIAL DE INSTITUTOS SECULARES POR EL CARDENAL EDUARDO F. PIRONIO, AGOSTO DE 1980
Del 25 al 28 de agosto de 1980 se realiza en Roma el II Congreso Mundial de los Institutos Seculares. Ciento quince de los ciento treinta y tres Institutos con aprobación eclesial envían representantes. Los trescientos cincuenta congresistas provienen de treinta y cuatro países, esparcidos en los cinco continentes. El tema es: «La evangelización y los Institutos Seculares a la luz de la Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi».
El Congreso en una muestra de la variedad y riqueza de la experiencia espiritual y apostólica de cada Instituto, de la voluntad de conocimiento mutuo y de comunión fraterna, del interés por encontrar cauces comunes de desarrollo y de servicio eclesial.
El Cardenal Pironio, en su discurso de apertura, señala la importancia del Congreso, realizado en «un momento privilegiado para la misión de la Iglesia», ya que el mundo experimenta hoy la necesidad de la salvación. De esta misión participan los Institutos: «en la relación esencial de una Iglesia hecha para salvar al hombre (a todo el hombre y a todos los hombres) y transformar el mundo desde dentro para la gloria del Padre».
La fidelidad a la propia identidad constituye una condición ineludible. Dirigiéndose a los miembros laicos de los Institutos les encarece que asuman plenamente la condición laical, sin sentirse disminuidos o «clericalizados» por la consagración. En un segundo aspecto señala el sentido eclesial que debe animar a los Institutos. La vitalidad y fecundidad de los mismos depende de descubrir y asumir las necesidades de las Iglesias locales y universales, de la colaboración con los Pastores, de la fidelidad al modo propio de ser Iglesia. Todo ello animado por una profunda vida en y para Cristo, configurándose con El por la realización de la voluntad del Padre en medio de las normales condiciones de la vida cotidiana.
Con palabras cálidas concluye su discurso, invitando a mirar al mundo con esperanza y a escuchar a Cristo con pobreza y disponibilidad.
De esta manera el Card. Pironio regala nuevamente a los Institutos Seculares riquezas espirituales hondas y les manifiesta su sincero afecto y apoyo.